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lunes, 12 de abril de 2021

La China amable. Naturaleza domada




 Un país de la extensión de China debe tener por fuerza una variedad de climas y de paisajes desde los desiertos del noroeste a las selvas subtropicales del sur. Esta diversidad hace de los parques naturales de China uno de los destinos turísticos más apreciados por los viajeros, que en tiempos de pandemia quiere decir chinos, pues apenas nadie entra en el país desde hace ya algo más de un año.

Estos parques naturales tienen unas dimensiones acordes con el tamaño del país y acogen cada año a números récord de visitantes en su mayoría en grupos dirigidos por unos guías vociferantes armados de una bandera de color y de un micrófono que reparte sus instrucciones a través de los auriculares que proporcionan a los turistas.

Lo que llama la atención de estos escenarios es la facilidad de acceso a grupos numerosos de personas, que pueden llegar a las cimas más altas o a miradores suspendidos a mil quinientos metros de altura sin apenas esfuerzo.

 El parque de Zhangjiajie, conocido popularmente por ser el lugar donde se inspiró la película Avatar para situar su historia en un paisaje mágico, es el parque más visitado de China. El efecto de la erosión del agua y del viento sobre una plataforma Kárstica de formación marina, hizo que hace millones de años, cuando se formó la cordillera del Himalaya tras un choque sísmico, muchas de estas tierras colapsaran dejando algunos picos en forma de puros verticales como testigos del pasado. Luego las lluvias, las aguas subterráneas y el tiempo han hecho el resto para dar lugar a estos paisajes sugerentes entre una niebla casi perpetua.

Para acceder a Zhangjiajie los chinos han realizado todo tipo de obras sobre el parque, de modo que la entrada y la visita sea apta para todos los públicos. Comenzando con la venta de entradas en todo lugar está presenta la mano del hombre, o mejor dicho, el ojo del hombre. Al comprar la entrada al parque debes mostrar la cara sin mascarilla y a partir del momento en que pagas, queda reflejado tu rostro en la memoria del parque, de modo que el acceso se hace con reconocimiento facial en los cientos de tornos de ingreso con los que cuenta el parque. A partir de allí tu recorrido es seguido por infinidad de cámaras repartidas por los lugares más recónditos sin pudor y sin piedad. Esto da una agilidad enorme para evitar aglomeraciones en las entradas y proporciona una seguridad al parque una vez que te has despojado de tu privacidad.

Tras la entrada las opciones para llegar a lo alto de la antigua meseta desde donde se observa las caprichosas formas de la naturaleza, desde las escaleras de piedra y hormigón, a los telesillas o a un ascensor vertical pegado a la pared de la montaña que ofrece una vista panorámica en el rápido ascenso.

Una vez en lo alto de la meseta hay que seguir unos caminos asfaltados muy bien señalizados de modo que se mantenga un carril de ida y otro de vuelta que haga menos duraderas las inevitables colas que se forman al llegar los grupos con sus guías en sonora competición .

Solo andando deprisa y buscando los lugares menos publicitados se puede encontrar un poco de calma en lo alto de la montaña y se puede disfrutar del paisaje sin el agobio de esos temibles grupos de turistas.

Este diseño nos horroriza a los europeos, que consideramos la naturaleza como un templo al que acudir en silencio y adonde se llega generalmente con esfuerzo. Aquí todo es fácil. El acceso es abierto y generoso. todo tipo de personas puede acceder a los lugares más emblemáticos de estos recorridos. Hay oportunidades para tomar fotos desde todos los ángulos y el recuerdo de la naturaleza pervive y se difunde por el resto del país con ese orgullo patriótico que forma parte de la idiosincrasia china.

Al fin del día, los caminos están limpios. Junto con unos recordatorios omnipresentes sobre el comportamiento adecuado en los parques, hay brigadas de trabajo en diversos puntos que se aseguran que no quede un papel en el suelo tras el paso de miles de personas, y se ocupan de quitar obstáculos que puedan ser peligrosos y de limpiar esas zonas húmedas y resbaladizas.

Es mejor este sistema de turismo y de relación con la naturaleza?. Es desde luego más extendido y accesible. El suelo se conserva mejor de la erosión una vez asfaltado, todo el mundo sigue unos caminos señalados sin pérdida ni riesgo de dañar el resto del entorno y personas con tod tipo de dificultades de movilidad llega a disfrutar de los parques.

Son cosas chinas, forman parte de esa forma de organizar un mundo superpoblado y de fomentar el espectáculo en cualquier lugar. Es mezcla de tradición confuciana y de modernidad tecnológica bajo la supervisión del ojo que todo lo ve. Es en definitiva una naturaleza domesticada que no pierde su belleza y que sigue impresionando y deslumbrando a quien la observa.