Translate

Seguidores

lunes, 17 de febrero de 2020

Los domingos sin fútbol

Sponsor's fury over Evergrande football kit switch - Business Insider

Cantón, 17 de febrero de 2020.

Los domingos, y los lunes y los martes... y no solo sin fútbol, sino días y semanas sin cine ni teatro, ni museos, ni bares, ni restaurantes, ni, ni. Y todo ello sin que se vean alteraciones de personalidad ni síndromes de abstinencia en las ordenadas ciudades chinas.
Por más que lo pienses y por más que lo veas cada día, no deja de sorprender la magnitud de la operación que se ha hecho en toda China para contener el coronavirus.
Al cierre de todo tipo de lugares de reunión, se añaden los ya habituales controles de temperatura y de entrada a cualquier edificio, de los pocos que admiten a personas ajenas al mismo, y siempre la misma inquietud cuando se acerca la pistola que toma la temperatura a tu cabeza y suena un pitido que hasta ahora ha anunciado siempre que la temperatura es la adecuada y que no hay síntomas que te conduzcan a ese limbo que es una cuarentena forzosa.

Pero imaginemos qué ocurriría en España, país del tamaño de una provincia mediana de China, si de repente nos cerraran tiendas y bares y restaurantes, y espectáculos. Alguien imagina un domingo así? Y además sin fútbol para alimentar las tertulias de la semana o para matar el tiempo sin tener que entrar en discusiones más enjundiosas.

La clave está en el control ordinario de los ciudadanos, en el trazado de un Estado que no distingue público y privado y que permite hacer una cuadrícula exacta de cada ciudad, cada distrito, cada barrio, cada pueblo, donde se identifica sin lugar a dudas a todos los propietarios, a todos los inquilinos y a los posibles invitados de cada una de las casas que hay en el país de más de mil millones de habitantes. Esta ausencia de privacidad es la que da una fotografía fiel del territorio y de quienes lo ocupan.
No sé si alguna vez se habrá planteado aquí la disyuntiva entre libertad y seguridad, pero lo que sí es seguro que la seguridad, el control y la capacidad de movilización en medio de una crisis, sin aparentes aspavientos, es una operación bastante sencilla para los estándares chinos.

Cabe preguntarse si no habría fórmulas menos invasivas para atajar la epidemia, o si es lícito imponer a tantas personas y muy especialmente a las de la provincia de Wuhan un aislamiento tan extremo.
Pero a falta de otras alternativas, percibo que hay más temor y hasta confort en la mayoría de los chino en esta situación protectora que voluntad de salir de ella.
Hoy, lunes sin un resumen de goles de la liga china, sin posibilidad de jugar la champions asiática, con cruceros que van y vienen sin que nadie los quiera recibir, las calles de las ciudades se van animando y esperamos que si ahora hay alrededor de un 30% de la actividad ordinaria, poco a poco, a medida que las muertes remiten se vaya volviendo a una normalidad que ya no será igual por mucho tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario