Translate

Seguidores

viernes, 7 de febrero de 2020

La vida con máscara


La fotografía de una boda, símbolo del miedo al virus mortal MERS ...

Cantón, 7 de febrero de 2020.

La primera operación de la mañana es abrir la aplicación sobre el coronavirus y mirar el avance de la enfermedad. Inevitablemente las cifras aumentan cada día y comienzan ya a superar las de otras epidemias más recientes. Pero para hacer más fiable la operación hay que vigilar dónde se producen esos casos y cada mañana se ve cómo la epidemia, aunque se ha extendido a toda China y a varios países, sigue causando estragos solamente en la provincia de Hubei, y especialmente en su capital Wuhan. Esta concentración de casos plantea la pregunta de si las estrictas medidas de aislamiento impuestas en esa provincia son eficaces y si eran imprescindibles. 15 días después de imponer la cuarentena en las principales ciudades de Hubei y una vez realizadas las operaciones de repatriación de buena parte de la comunidad internacional residente en Wuhan, las pocas imágenes de la ciudad son desoladoras. Calles desiertas algún animal vagabundeando, y silencio. Y el problema es que al no disminuir elnúmero de casos, es muy difícil determinar cuándo terminará esta situación para los millones de personas sanas que viven allí, pero que conviven con apenas 30.000 enfermas.

 Si en varios países se alerta sobre la discriminación que pueden sufrir los ciudadanos chinos, en la propia China hay preocupación por lo que ocurre con las personas procedentes de Wuhan. Habrá que esperar unos días a ver si alguien se decide a dar un paso en la apertura de la ciudad y en la búsqueda de otro tipo de medidas preventivas que no supongan un peso tan grande en una población agotada.
Entre tanto, el mundo sigue con mascarilla. En Corea se han casado más de seis mil parejas en una ceremonia de la Iglesia  unionista coreana, y ante tamaña multitud, buena parte de ellos han optado por darse el sí quiero con mascarilla, aunque eso dificulte el besos nupcial.

Y aquí, en el sur la gente vuelve escalonadamente a la ciudad. Hoy se ve más gente por la calle. Un largo paseo en bicicleta a orilla del río  permite ver cómo muchos van volviendo de sus lugares de vacaciones y se reincorporan a la ciudad a la espera del comienzo de la semana laboral el próximo lunes. Pero esto no será todavía la vuelta a la normalidad. Si el Gobierno extendió las vacaciones de fin de año, primero hasta el 2 de febrero y luego hasta el 10; ahora va diciendo en voz baja que no es preciso amontonarse, que es mejor ir poco a poco y evitar en los primeros días las aglomeraciones, por lo que muchas de las empresas seguirán cerradas o a medio gas la semana próxima, y las administraciones públicas atenderán a los ciudadanos por internet, para evitar contagios. Así que el día 10 tampoco será el comienzo del fin de la cuarentena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario