Translate

Seguidores

lunes, 23 de marzo de 2020

El amor en los tiempos del cólera


Cantón, 24 de marzo de 2020.

Hoy ha llegado V. A Cantón. Después de una peripecia europea y continental, en medio de un éxodo que parece sacado de la descripción que hace Irene Nemirovski en la “Suite francesa” de la huída de París tras la invasión alemana. Finalmente la llegada ha sido más fácil de lo esperado y dejando atrás una tierra en llamas y en silencio, la paz de esta ciudad que despierta con la primavera le traerán el descanso y la distancia de la plaga.

Durante estos meses abría la mañana leyendo el South China Morning Post, el periódico de Hong Kong que da las noticias más relevantes sobre China, y que me permitía conocer la evolución de la peste en este país y su lenta y sinuosa propagación. Ahora debo comenzar con la prensa española, europea y norteamericana, pero la verdad, es que me falta coraje para encarar las noticias que te tocan de cerca y algunas mezquindades, por eso voy directamente a lo más ligero, antes a los deportes, pero ahora ya se han teñido de virus, y debo recurrir a la crónica negra.

Hoy esta sección de los periódicos abre con la decisión del jurado sobre el caso del asesinato de un guardia urbano de Barcelona, presumiblemente a manos de dos de sus colegas. Creo que ya escribí sobre ello en este blog o en algún otro lugar. 

Resumiendo, la guardia municipal de Barcelona, apellidada Peral, convivía con un novio también del cuerpo, llamado Rodríguez mientras mantenía una relación con un tercer Guardia urbano, llamado López.

El caso es que entre Peral, que llevaba un anillo de compromiso de cada uno de sus dos amantes en cada mano, decidió junto con López quitar de en medio a Rodríguez de la manera menos afectuosa pero más eficaz. Así que lo drogaron, lo mataron sin que se sepa cómo, pues después del asesinato lo metieron en un coche que calcinaron. Pues bien, después de dos años de juicios, en medio dela epidemia, no se sabe cómo la justicia ha decidido no descansar y el jurado, desafiando todas las reglas del distanciamiento y de la cuarentena ha emitido un veredicto ayer, declarando culpables a Peral y a López. 

He de reconocer que me fascinan estas historias de mujeres “malas”, capaces de manipular y de cometer los crímenes más aborrecibles en el tumulto de una pasión amorosa.. Hay otros que he seguido en la prensa, como el de la guapa enfermera de Alicante, Maje, o el de la madura novia de un desaparecido en Castro Urdiales cuya cabeza guardaba en una caja... Son casos que exceptúan a los hombres de la regla general de que los desórdenes psicóticos y violentos , los crímenes, la ruptura del orden moral se cometen siempre por varones, frente a mujeres pacíficas e indefensas. 

El orden moral y jurídico trata de imponerse en este momento de emergencia mundial por el coronavirus, como si tratara de prevalecer sobre el riesgo cierto de que en tiempos de la peste, la anomia y la autoridad sean desplazadas por el individualismo del sálvese quien pueda. Dice Tucídides, en la segunda parte de las guerras del Peloponeso que ante la certeza de la brevedad de la vida durante la peste, los hombres prescinden de la ley, y no se sienten atemorizados por el castigo de los gobernantes por incumplirla, pues saben que en situaciones excepcionales, la muerte por la enfermedad puede llegar antes que el castigo de los hombres.

Por ello, tal vez, este veredicto del jurado de Barcelona puede ser un recordatorio de que en nuestros días, en medio de la alarma, la ley sigue y debe seguir vigente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario