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viernes, 6 de marzo de 2020

Cosas de chinos


Cantón 6 de marzo de 2020.

Cosas de chinos. Durante semanas la crisis del covid19 han sido para el resto del mundo cosas de chinos. Mercados donde se venden animales salvajes de todo tipo, ritos y costumbres gastronómicas que oscilan entre lo exótico y lo repugnante. Difusión de una infección con dimensiones chinas, es decir enormes. Capacidad para cerrar durante 46 días una provincia de más de 80 millones de habitantes a cal y canto. Capacidad para construir dos hospitales en poco más de diez días. Personas que o bien no salen de casa o lo hacen con mascarillas de todo tipo, profesionales o de fantasía.
En fin, cosas de chinos, mientras no veíamos que el virus viaja más rápido y más silencioso que nosotros. Cuando se comenzaron a ver los efectos de la clausura en China, el bicho estaba entre nosotros. No valió el cierre de vuelos en algunos países ni los leves controles de salud que se hicieron.
 
En muchos países europeos, aun hoy , no hay ningún tipo de control de viajeros, lo que no sabemos si es bueno o malo. Lo cierto es que el virus ya está por todas partes, y si ben no tiene una alta incidencia entre la población sana, es un incómodo visitante que de momento ha hecho tambalear a la economía mundial. Y si seguimos la pauta de lo que pasó en China, esto no ha hecho más que empezar.

En este juego de las siete y media, tan importante es no pasarse como llegar. Y oscilando entre la temeraria pasividad tranquila y la loca histeria, todavía no sabemos cómo se va a encarar esta enfermedad que ya es mundial.

 La paradoja es que China ahora está haciendo los controles de entrada al país que no hacemos en otros lugares, y las sospechas recaen sobre los que somos distintos y podemos haber traído el virus de vuelta desde nuestros países. Ayer se detectó el segundo caso de virus importado en China. Una mujer china, que viajó a España a comienzos de enero y ahora, al regresar ha traído en su equipaje el coronavirus. Y lo malo es que es una persona de mi demarcación, por lo que forzosamente le tuvimos que dar un visado hace unos meses para que viajara a España.

Entre tanto aquí la fabricación de mascarillas y de material sanitario avanza a toda velocidad, y la paradoja es que lo que antes escaseaba y pedían del resto del mundo, en unos días los chinos estarán en condiciones de exportar a los países ávidos de mascarillas. Y aquí también entra la investigación. Acaban de patentar una mascarilla que solo cubre la nariz para permitir al personal sanitario comer y beber durante sus interminables guardias,, manteniendo al menos una parte de la cara segura. No es una broma, es una de las múltiples invenciones que van a quedar con nosotros cuando pase la peste.

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