Translate

Seguidores

miércoles, 1 de abril de 2020

La segunda ola


2 de abril de 2020.

Los cruceros nocturnos han vuelto al río de la Perla, y la tranquilidad de las aguas, que durante los meses de la cuarentena han estado calmadas e inusualmente bajas, vuelven a iluminarse con el reflejo de esas luces que tanto gustan en China y que dan vida al río nocturno.

A medida que se van abriendo negocios y atracciones, se van cerrando fronteras y se van limitando los movimientos de los extranjeros para evitar la temida segunda ola de la infección. Tras unas semanas de tranquilidad y de relajamiento de las medidas de confinamiento, que han terminado con la apertura de la ciudad de Wuhan, el incremento de nuevos casos venidos del exterior ha alertado a las autoridades chinas de que la pesadilla no ha quedado definitivamente atrás.

A lo largo de la semana pasada se fueron reduciendo el número de vuelos desde el exterior, se fueron ampliando las medidas de control a todas las personas provenientes de los países afectados por el virus en un primer momento, para llegar finalmente a prohibir la entrada de extranjeros.
En este momento se desaconseja la vuelta de diplomáticos acreditados en China que tuvieran previsto volver, y si lo hacen serán sometidos a una cuarentena más vigilada que las impuestas hasta ahora. En fin, un periodo de excepción que durará al menos hasta mediados de mayo.

No hay tregua en el avance de este virus, inicialmente risible y despreciado, con su origen en esas exóticas costumbres gastronómicas consistentes en valorar más lo extraño, lo raro que lo nutritivo, y que perduran todavía en muchos lugares de este país a través de los mercados de animales salvajes.

Después de ignorar todas las alarmas, de despreciar los hechos y de perder un tiempo precioso, la enfermedad está atacando a los países desarrollados, con Europa y Estados Unidos como los lugares más afectados en este momento, y quién sabe en qué estadio está la enfermedad en esos otros países donde las noticias no fluyen con naturalidad y donde la capacidad de conocimiento es menor. El hecho es que hoy nos encontramos con una buena parte de la humanidad encerrada, con la economía mundial parada, con una lucha por los materiales médicos básicos en todas las partes del mundo, con puentes aéreos que tratan de paliar las deficiencias de tantos países, con desconcierto y con temor ante algo que hasta hace unos días ignoramos en nuestra ignorancia.

Resulta que según informes del Banco Mundial, había tres amenazas persistentes para la economía mundial a lo largo de todos estos años; Una nueva crisis financiera, la amenaza de una crisis climática, y la posibilidad de una pandemia. Nosotros, encandilados por los titulares y por las tendencias mundiales miramos persistentemente a las dos primeras amenazas e ignoramos consistentemente la tercera, que es la que nos está matando. 

La vuelta de los barcos al río, la apertura de los restaurantes, una cierta calma en el ambiente dan un respiro a la angustia del encierro, pero no permiten bajar la guardia ante la posibilidad de una segunda ola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario