Translate

Seguidores

jueves, 11 de febrero de 2010

Seducción

Seducir, seducir, deslumbrar, atraer y con engaño atrapar. Nos seducen desde niños, los juguetes, los dulces, una vaga caricia. Y nos dejamos deslumbrar conscientes del engaño y sabedores de que después de rendir las armas y aceptar la rendición será difícil la vuelta atrás.
Nos seducen con el dinero, con la perspectiva de una ganancia rápida o de una inversión provechosa que nos garantice el futuro. Nos podemos dejar atraer por la promesa de estabilidad, de un entorno previsible y seguro, y así dejamos ideales y principios, nos pertrechamos de alguna vaga excusa y aceptamos lo que sabemos que no es nuetra voluntad.
Pero quién nos seduce? qué encantos se nos presentan para que todos en un momento o en otro caigamos deslumbrados ante la promesa de un futuro mejor, ¿Quién, una mujer que nos transporta a paraísos tangibles, un amigo que nos desvía del camino para hacernos una confidencia?, un jefe que nos deja atisbar una promoción o un dinero o un empleo y nos atrae durante cuatro años sin soltar nunca del todo lo prometido pero haciendo avanzar día a día la zanahoria?.
quiá¡ Somos nosotros, convencidos de que existen esos hatajos, que podremos encontrar un placer inmediato o dar el salto hacia otra meta. En el amor, en el dinero, en la aurea mediocritas que nos proteja del infortunio, caemos en la celada y
nos dejamos seducir.
Ente tanto los mercados, fríos y ajenos se dan un festín con aquellos que no juegan el juego de la seducción, quienes no prometen o no conceden esa ilusión. Nos golpean y nos dicen. Si no me deslumbras con tus planes, con tus cifras, con tus promesas, te castigaré, y así vemos arrastrase a ministros y presidentes, embutidos en ropajes que no conocen ni les reconocen, tratando de seducir a quien les ha pedido una muestra de vasallaje y no sabe que estaba escrito, que la dana debía ejecutarse y que no ha sido seducido sino que sucumbió desde el principio a este juego necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario