Translate

Seguidores

miércoles, 30 de junio de 2010

Singular Francia

Francia es un país bien extraño. Pensábamos que las excentricidades británicas, tales como conducir por la izquierda, rechazar el sistema métrico decimal, exportar deportes a todo el mundo o tomar en verano ese mejunje refrescante llamado "Pims" ponía a la isla en el puesto más alto de la singularidad europea.

Sin embargo Francia no le deja atrás. La derrota deshonrosa de la selección francesa en el mundial de Sudáfrica, junto a la actitud despreciativa y altiva de sus jugadores ha sumido al país en un mar de dudas sobre su identidad. Si hace ya unos años el filósofo Bernard Henri Levi revolvía las aguas tranquilas del pensamiento francés en su "lídeologie francaise", ahora se abre desde la Presidencia de la República el debate sobre la "identidad francesa", debate que se acalora con el fiasco de su selección de fútbol y la caída del mito de la integración representada por aquella selección de 1998 que ganó un mundial con blancos, negros y magrebíes. ¡Lo que puede hacer el fútbol¡

Pero la verdadera singularidad francesa no es el amor por el fútbol o la pasión irracional que este deporte desata en el cuerpo social, sino el hecho de que el debate en Francia lo lideren los filósofos. El filósofo Alain Finlielkraut ha abierto esta veda y ha dicho que "el rey está desnudo", que en esta selección hay "gamberros" y villanos y que hay que volver a la identidad perdida.

Pero no queda aquí la participación de los filósofos. El mencionado Bernard Henri lévi, (BHL), verdadero enfant terrible de la escena francesa, además de su apasionada defensa de Israel, este año ha defendido a Polanski, en sus cuitas con la justicia norteamericana por la violación de una niña de 13 años hace ya más de 30. Y esta defensa filosófica ha sido contestada por otro filósofo, de las mismas maneras que BHL, la misma melena, la misma afectación y el mismo gusto por la buena vida. Michel Onfray, que así se llama el filósofo famoso por haber vendido cientos de miles de ejemplares de su "tratado de ateología", ha terciado para decir que sodomizar a una niña de 13 años es un delito aquí y en Turkmenistán, y con refinados argumentos filosóficos refuta las tesis de BHL en defensa de Polanski.

Pero no queda aquí la cosa, resulta que en Francia la filosofía con minúscula y con espectáculo vende. Y así el nuevo escándalo entre filósofos que tiene en vilo al país de los galos, es la metedura de pata de BHL en su "la filosofía de la guerra", donde contrapone al conocido Kant con la obra de otro filósofo desconocido, "Botul". Y resulta que ese desconocimiento viene del hecho de que Botul no existe, sino que es un autor ficiticio, creado por otro filósofo.

Gaffe tremenda la de BHL, que el nuevo filósofo ascendente, Onfray aprovecha para atacar a su antiguo valedor, y de paso para atacar a Freud.

En fin, la filosofía en Francia da más titulares que el Estatut en España y los filósofos ejercen de comentaristas de actualidad, con más alambicados argumentos que los nuestros, pero con un estruendo similar al de las vuvuzelas. No me digan que no son singulares estos franceses.

1 comentario: