Translate

Seguidores

sábado, 9 de marzo de 2019

Cosmopolitismo

Un autocar amarillo, como esos de las películas americanas que recogen a los niños temprano por la mañana para llevaros al colegio es una imagen cada vez más frecuente en ciudades de cualquier parte del mundo. Esa imitación de las costumbres, esa nueva jerarquía de valores que da importancia a los detalles externos y que marca las diferencias entre el sabor auténticamente local y esa élite que recoge lo que considera mejor de los dos mundos.
En Cantón, al despertar, temprano por la mañana veo a los padres y sobre todo a los abuelos, que son quienes en China se ocupan de los niños, apresurarse a la puerta de nuestra urbanización para no perder esta esperanza amarilla, que garantiza un viaje cómodo a una escuela internacional y abre las puertas a un futuro abierto al mundo.
Mientras los PAISES de la anteriormente llamada periferia, o mundo en desarrollo, van creciendo y se convierten en agentes imprescindible de un nuevo orden mundial; en las grandes ciudades desde Estambul a Shanghai, Jakarta, Bombay o Cantón, se van construyendo pequeñas sociedades cosmopolitas, que imitan el modo de vida occidental, desde la escuela que les prepara para acceder a la universidad anglosajona, a las diversiones, el tipo de consumo, los viajes, creando un mundo de fuertes lazos entre estos grupos y les acerca a sus pares en otros países y otras latitudes.
Poco tiene esto que ver con el sabor local, con lo que encuentras a escasos metros de estos bulevares ajardinados y estas urbanizaciones privilegiadas. Basta tomar un desvío en las primeras calles secundarias, y se abre un dédalo de callejuelas que nos traen a otro tiempo y a otro lugar. Las bicicletas y las motos circulan en todas direcciones con los cargamentos más insólitos. La gente, numerosa en cualquier ciudad china, se desplaza de un lado a otro sin parar de hablar y de comer. Las cosas desvencijadas evidencian la falta de una palabra en el vocabulario del subdesarrollo, "mantenimiento". No es ya que la modestia de las edificaciones rompa la estética brillante de un barrio internacional, sino que estas pobres construcciones n conocen ninguna mejora ni manutención desde que son ocupadas por sus habitantes.
Al lado de nuestra a casa, año más de 300 metros se encuentra uno des estos barrios encerrado entre dos avenidas rutilantes de modernidad y dos calles de cuidado arbolado.
Lo local frente a lo cosmopolita, conviven en cualquier parte del mundo y plantean un conflicto social que no sólo se limita a estas metrópolis asiáticas. En Europa y en los Estados Unidos, el miedo a lo novedosos, el temor a la competencia, el recelo del otro y los efectos de la crisis han hecho chocar la idea de lo local, de lo nuestro, frente a lo extraño, a este mundo cosmopolita que disfruta de los beneficios de la globalización, y que puede vivir con las mimas comodidades y los mismos códigos de conducta en cualquier metrópolis del mundo. Es lo que David Goodhart ha llamado la lucha entre los "everywhere" los que se adaptan a vivir en cualquier lugar como ciudadanos de ese mundo cosmopolita, y los "somewhere", que no han gozado o creen no haber gozado de los beneficios de lo global, y se resienten y se revuelven ante un mundo que no quieren comprender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario