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sábado, 1 de junio de 2019

Opera china

Ayer fui a la ópera de Canton a ver la obra producida por el ministerio de cultura para conmemorar el 80 aniversario de la "larga marcha" hace tres años. La ópera de Canton es uno de esos edificios que conforman la ciudad nueva, realizado hace ocho años con un proyecto de Zaha Hadid, con el objeto de modernizar y homogeneizar todas las ciudades chinas de primer nivel con una serie de construcciones iconicas, reflejo de la China del siglo XXI. El edificio es bello por fuera y acogedor por dentro, con una moderna solemnidad, desmentida por el público asistente a las funciones, que viste y se comporta con ese desaliño propio del sur de China.
La sensación de ser el único occidental en una sala de 1800 personas se atenúa por la amabilidad del personal que al ver una cara distinta saludan con una sonrisa y alguna palabra en inglés. Un joven algo mejor vestido que el resto se me acerca para preguntar cómo se me ha ocurrido venir a ver esta obra. Le digo que me interesa mucho la historia de China y se va aliviado y reconfortado.
El público aplaude desde el inicio la aparición del ejército rojo, y la obra va desgranando los episodios más conocidos de esta epopeya del comunismo contra los ejércitos de Chiang Kai Shek. Entre 1935 y 1936, el ejército comunista rodeado en la ciudad sureña de Riujin, decide escapar al norte de China, para reconstituirse y mantener un foco de poder por el riesgo de ser aniquilado en su base sureña. Durante dos años, un ejército de cien mil soldados y campesinos atraviesan valles y selvas, suben montañas, se enfangan en las tierras pantanosas del oeste, hasta llegar a su nueva base en Sanxhi, con no más de siete mil soldados. Esta catástrofe, se lee como la capacidad de resistencia dejan partido enfervorizado por las ideas comunistas, que desde la derrota sacara fuerzas para en diez años apoderarse de China continental y enviará a sus enemigos a Taiwán.
La ópera, en un estilo occidental bastante clásico, tiene obertura y seis actos, que narran los capítulos más heroicos de esta gesta. Una historia de amor entre él comisarios del partido y una doctora que se queda en la retaguardia para cuidar a los heridos y es hecha prisionera y asesinada. Una idílica relación del ejército en marcha con los campesinos. Una poco creíble bienvenida por los comerciantes de la ciudad al ejército comunista, y un canto al libre comercio y a los empresarios locales. Y una serie de hechos heroicos de soldados que mueren por un ideal en los distintos episodios de esta larga marcha.
El reparto es numeroso, con esa capacidad que tiene China de movilizar a un gran número de personas en cada evento, y los cantantes, un tenor y una soprano de buenas voces y gran capacidad expresiva. Una ópera heroica, seguida con atención por un público que conoce todos los detalles de esta proeza, que seguramente se estudia en todas las escuelas, y un espectáculo visual y musical entretenido, de alta calidad. Por tener, la ópera tiene incluso un acto en el que u soldado tarda más de quince minutos en morir cantando, como en cualquier tragedia wagneriana.

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