Translate

Seguidores

sábado, 8 de junio de 2019

La fiesta de los barcos del dragon

El quinto día del quinto mes del año lunar se celebra en China la fiesta de los barcos del dragón. Este año la fecha del calendario gregoriano corresponde al 7 de junio y a partir de este día por toda China se ven regatas de barcos de hasta cuarenta metros de largo, con una tripulación que puede sobrepasar las cincuenta personas, compitiendo por los numerosos ríos chinos al son del tambor.
Esta fiesta conmemora la muerte del poeta y filósofo, Qu Yuan, que fue ministro durante la época de los reinos combatientes, S IV ac, quien por decir la verdad al emperador fue exiliado. En el exilio escribió primorosos poemas de estilo chino, por supuesto, y viendo la catástrofe que se cernía sobre su país por el mal gobierno, se arrojó al río Miluo. El pueblo reconocido a su poeta y filósofo le quiso  salvar, lanzando barcos al río a su rescate, pero no pudiendo evitar su muerte, le quisieron acompañar con ofrendas para que los peces no lo devoraran, y la fragancia de las ofrendas le acompañase.

De esta remota tradición viene la fiesta de hoy, que se celebra en toda China, con homenajes a los ancestros y fiestas populares tanto para los que navegan, como para los que quedan en tierra.
Canton se estremece estos días con los ruidos de los petardos, y las desiertas aguas del río de la Perla, que solo se navegan de noche con esos indescriptibles barcos turísticos iluminados, se puebla hoy de barcos espoleados por el ritmo del tambor y de l os petardos. Las embarcaciones penetran desde el río  por los múltiples canales de la ciudad hasta llegar los templos ancestrales, donde los dragones son bendecidos y purificados.
Luego en alegre comparsa, salen a surcar las aguas del río a pesar de las impurezas y de la dudosa calidad de las mismas. Van las cofradías con sus colores propios, en distintos tonos de rojo, amarillo y naranja. Gritan, cantan, comen a todas horas y algunos beben en los tenderetes que cDa uno de ellos ha puesto a lo largo del río.
Nada fuera de lo normal. Celebración de fiestas rituales que van perdiendo el sentido con el paso del tiempo, pero que mantienen su liturgia como en cualquier lugar del mundo. Donde hay dragones, ponle toros, donde hay hermandades ponle peñas, donde camisas rojas o amarillas, ponle blusas blancas... Alegría inmotivada, esfuerzo digno de mejor causa y una forzada camaradería, que hace olvidar por unas horas rencillas y competencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario