En estos tiempos de zozobra en Europa las miradas se dirigen hacia Alemania, ese país centroeuropeo, de lluvias frías, comidas pesadas y nubes panzonas, cuyos habitantes se dan el lujo de aligerar sus inviernos en Mallorca y de comenzar el invierno con un pergrinaje a la fiesta de la cerveza en Munich. Esa Alemania confiable, pesadota, mecánica y trabajadora se ha erigido en los últimos años como el bastión de la economía europea, que una vez purgados sus pecados de guerra se siente legitimada para perseguir sus intereses y se resiste a pagar las cuentas de la fiesta de sus vecinos.
Esta Alemania desconcertante se ha confiado desde hace años a la dirección de una mujer no menos sorprendente, Angela Dorothea Kasner, más conocida como Angela Merkel, que a todas luces goza hoy de un poder sobre la economía mundial superior a la de los presidentes de Estados Unidos, China o Japón.
La biografía de esta mujer es tan sorprendente como su actual acumulación de poder en el mundo. Nacida en Hamburgo, su padre, pastor protestante se traslada a una parroquia de la Alemania del Este en los finales de los años cincuenta, donde Angela se forma en las juventudes comunistas de la RDA, y en la universidad de Leipzig donde estudia física y química, y donde se casa sucesivamente con dos licenciados en química, esa materia tan apreciada en Alemania y en los otrora países comunistas.
Esta joven aprovecha su oportunidad con la caída del muro de Berlín, y trabaja por la reunificación alemana y posteriormente por el liderazgo del partido conservador alemán, llegando a ser la primera mujer que llega a la cancillería alemana desde la empreatriz Teofano Skleraina en el siglo X.
Esta poco convencional biografía lleva a la canciller alemana a una responsabilidad única en el mundo, en la que no solo se debe a sus votantes y a sus ciudadanos, sino al resto de los europeos ajenos a los vaivenes de la reciente historia alemana e ignorantes de los dramáticos cambios de ese país en el transcurso de la vida de una mujer en la cincuentena.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
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