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miércoles, 21 de julio de 2021

Postales desde el sur de China. 2.- El territorio



 
Una de las mejores formas de conocer una ciudad es subir a uno de esos autobuses turísticos que ofrecen la posibilidad de recorrer los monumentos y lugares más representativos de la ciudad desde la comodidad de un vehículo con vistas panorámicas. En apenas cuatro horas se puede hacer el recorrido principal de una ciudad de tamaño mediano, subiendo y bajando del autobús en las distintas paradas y visitando los lugares recomendados para hacerse una idea de lo que nos espera en nuestra visita o en nuestra próxima estancia en ese lugar. 

Una ciudad del tamaño de Cantón, aunque escasa en monumentos o lugares turísticos como ocurre en tantas ciudades chinas, tiene sin embargo unas dimensiones que obligan a partir el recorrido en al menos dos días, estructurado en tres circuitos totalmente diferentes uno de ellos, el amarillo con escaso interés cultural recorre la ciudad nueva del río de la perla, desde la Torre de Cantón a la moderna feria de comercio o a los numerosos centros comerciales que unen los barrios de modernos edificios del denominado Zhujiang New Town. En China lo nuevo es realmente nuevo y este barrio que es hoy el corazón de la ciudad moderna tiene menos de quince años, construido donde me dicen que hasta poco antes de los juegos asiáticos de 2010 que se celebraron en Cantón no había más que campos y pueblos de agricultores.

Este recorrido nos da una primera impresión de la idea taoísta de China de destrucción y renovación continua. Este es el lugar donde se desarrolla la vida económica y cultural de la ciudad con el nuevo teatro de la ópera, obra de la arquitecta Zaha Hadid o la moderna biblioteca municipal y el museo de la provincia de Guandong.  Y aquí se desarrollará buena parte de la vida del extranjero que llegue a Cantón a vivir. Todos estos edificios modernos, de bella arquitectura no son exclusivos de la capital. En las ciudades vecinas de la Gran Área de la Bahía, distantes a pocos kilómetros de Cantón volvemos a ver reproducidos nuevos teatros de ópera, en Foshan, Zhuhai, Dongguan, Shenzhen junto con Palacios de Deportes, museos y todo tipo de rascacielos emblemáticos que representan a la China del siglo XXI.

Para conocer el Cantón tradicional,  el territorio donde se asienta la capital del sur de China, hay que adentrarse en los recorridos rojo y azul del autobús, que nos llevará al anterior centro cultural y administrativo de la ciudad  que guarda ligeros vestigios de lo que pudo ser esta ciudad de más de dos mil años de antigüedad, pero que como ocurre frecuentemente en China apenas conserva recuerdos de tiempos pasados, y los que conserva son en realidad ingenuas recreaciones de lo que fue siglos atrás .

La línea roja se dirige hacia el norte de la ciudad, hasta las montañas Baiyun ( nubes blancas) y mezclando en su recorrido recuerdos históricos del pasado de la ciudad como el museo de los reyes de Nan yue (los Yue del sur) o la torre Zhenhai que alberga el museo de la ciudad, junto con recuerdos más recientes de la creación de la república China en el monumento a su fundador Sun Yat Sen o el parque de los mártires que celebra el levantamiento del partido comunista en Guanzhou contra la República.

Finalmente el recorrido azul comienza en la calle peatonal "Beijing Lu" donde se encuentran los únicos vestigios de la primitiva muralla de la ciudad, descubiertos recientemente y a los que se presta poca atención como ocurre en China con las piedras viejas si no están convenientemente reconstruidas. Esta zona de la ciudad es la más tradicional de todas con calles peatonales donde se mezclan comercios modernos con algunos recuerdos del siglo XX y donde se abren mercadillos callejeros entre edificios apiñados y feos que dan ese aire tradicional chino a este barrio. Pero aquí encontramos también el museo de la ópera de Cantón, construido hace apenas diez años en estilo tradicional, con su lago, sus callejuelas y su templo. 

También pasa este recorrido por la isla de Shamien una isla junto al centro de la ciudad, a la que le unen pequeños puentes de piedra, donde se ubicaron en el siglo XIX las concesiones extranjeras tras la apertura de China al comercio. Aquí se encuentran edificios de estilo occidental en calles rectilíneas y arboladas donde antiguamente se encontraban los almacenes, oficinas y viviendas de los pocos extranjeros que vivían en la ciudad. Los puentes en aquella época se levantaban por la noche para evitar conflictos con la población local, dejando en esta isla una estampa de vida occidental en el corazón de la ciudad china. Hoy la isla de Shamian es uno de los pocos reclamos turísticos de la ciudad adonde los fines de semana van las parejas vestidas de novios para hacerse reportajes fotográficos en un escenario exótico para los gustos chinos.

Este recorrido da una idea de lo que la ciudad quiere mostrar al viajero. Su tradición reconstruida sin pudor en el museo de la ópera cantonesa o en las callejuelas tradicionales de arquitectura "Lignan" edificadas hace apenas unos años. Las marcas de su historia pasada o reciente  a través del comercio y de la ruidosa vida callejera que nos recuerdan que ésta es una ciudad para el comercio desde hace al menos dos milenios. Y algunas ruinas y excavaciones que nos darán una idea de lo que fue Cantón en sus orígenes en el sur profundo de China, mirando a al mar del sur y abierto a múltiples influencias.

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